7 beneficios ASOMBROSOS de la respiración profunda según la ciencia
¿Sabías que la respiración profunda puede ayudarnos a eliminar toxinas de manera más eficaz e incluso a combatir el dolor gracias a la liberación de endorfinas?
La respiración profunda o la respiración lenta confiere calma y bienestar a la persona que la practica de forma regular.
Este tipo de técnica es muy común en el yoga o en el mindfulness.
Sin embargo, cabe decir que, más allá de estas prácticas que disponen de ese clásico vínculo con el budismo y la meditación, no son muy comunes en nuestro día a día.
Son muy pocas las veces que nos detenemos siquiera a pensar “cómo respiramos”.
Estamos, sin duda, ante una estrategia sencilla y accesible que todos deberíamos practicar.
A continuación te explicamos de qué manera te puede beneficiar.
1. Respiración profunda para regular el estrés y la ansiedad
La respiración es una acción que llevamos a cabo de forma involuntaria. Inhalamos oxígeno para obtener y crear energía a nivel celular.
Después, exhalamos dióxido de carbono, ese subproducto resultante de la respiración celular.
Al aportar a nuestro cuerpo oxígeno de forma más pausada, constante y regular, nuestros músculos dejan también de estar tensados.
Es entonces cuando el sistema simpático, por su parte, deja de enviar sus picos elevados de de cortisol y adrenalina a nuestro cuerpo.
2. Eliminamos toxinas
Este dato es interesante: nuestros cuerpos están diseñados para liberar gran parte de sus toxinas a través de la respiración.
Sería, por tanto, muy conveniente que tomáramos conciencia de ello, y que, al menos durante 2 o 3 veces por día, dedicáramos al menos 10 minutos a respirar de forma profunda.
3. Disminuimos la sensación de dolor
Algo que hacemos muchas veces de forma casi inconsciente cuando sentimos dolor es contener la respiración.
Es un mecanismo natural de nuestro cerebro cuando recibimos un golpe, un impacto, cuando somos heridos…
Sin embargo, y en caso de padecer dolores crónicos y regulares debido a la artritis, lupus o fibromialgia, nos irá muy bien hacer esto mismo.
4. Nos ayudará a mejorar nuestra postura
Algo tan fácil como practicar la respiración profunda desde hoy mismo nos permitirá mejorar nuestro esquema corporal y, sobre todo, el eje espalda-cuello.
Al llenar nuestros pulmones de aire logramos estimular la columna vertebral para colocarla en una postura más armónica, equilibrada y correcta.
5. Estimulamos el sistema linfático
El sistema linfático es parte esencial del sistema inmunitario del cuerpo y esta compuesto por una compleja red de vasos linfáticos, tejidos, órganos y ganglios que cumplen gran cantidad de funciones.
La respiración profunda nos ayudará a conseguirlo, al permitir que la linfa fluya de modo adecuado para que nuestro cuerpo pueda trabajar de manera más eficiente.
6. Cuida de nuestro corazón
Algo que es interesante saber también es que el ejercicio aeróbico (cardio) utiliza la grasa como energía, mientras que el ejercicio anaeróbico (entrenamiento de fuerza) utiliza la glucosa como energía.
Sin embargo, si cada día nos acostumbramos a practicar el “ejercicio” de la respiración profunda, estaremos llevando a cabo una fabulosa rutina de cardio.
Esta mejorará nuestra salud cardiovascular y nos ayudará a quemar células de grasa.
7. Mejoramos la digestión
La respiración profunda mejora nuestra digestión.
- Al aportar a nuestro cuerpo más oxígeno y de forma más regular, se lo suministramos también a los órganos digestivos para que trabajen de forma más eficiente.
- Además, aumentamos el flujo sanguíneo y estimulamos a su vez la acción intestinal.
- Tampoco podemos olvidar que este tipo de respiración regula el sistema nervioso, de ese modo nos sentimos más calmados y la digestión se lleva a cabo de forma tranquila y eficiente.
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